Gali
es el más propenso a la derrota
La política no es
de cursilerías ni de sueños románticos, si así fuese Romeo y Julieta con su
inmenso amor habrían logrado ser monarcas de Inglaterra o de Verona.
En una elección
constitucional las cosas son diferentes, los candidatos tienen sabido que su
menú se compone únicamente de dos sopas: victoria o derrota. Y aunque no lo
digan, en lo profundo de su ser deben existir presentimientos, cosquillas o
intuiciones que los coaccionan en mayor o menor medida hacia lo segundo.
¿Qué presentimiento
tendrá, por ejemplo, José Antonio Gali Fayad en sus noches calladas a propósito
de una eventual derrota? ¿Qué cosquillas sufrirá Enrique Agüera cuando en su
soledad e inteligencia le da al fracaso el porcentaje que merece? Ninguno debe
aceptarlo públicamente. No pueden ni deben, es pecado; pero la posibilidad
saben que está latente, que los acecha como un chacal o como un demonio, como
una pesadilla en la calle del infierno.
Analicemos a cada
uno de los dos en lo particular. Existen factores externos que juegan contra
Tony Gali y que debemos considerar si queremos ser realistas. Los dos que
citaremos son mortales y venenosos en estos tiempos, y pueden negarle el
triunfo; uno, el gobernador Rafael Moreno Valle; y dos, la vampiresa encerrada
en su sarcófago Elba Esther Gordillo. Tony en lo profundo de su ser debe
calcular que los dos juntos o cualquiera de ellos puede arrastrarlo al
despeñadero.
Sabe, o debería
saber, que su destino depende más de éstos dos personajes que del número de
votos que pueda meterle a las urnas. No es culpa suya que las cosas sean así.
Tony parece un tipo honesto, un hombre bueno. Pero la maldita coyuntura por la
que navega el gobernador con el espectro de Elba Esther a cuestas no le
favorece. Es una maldición, una desgracia suya lo que ocurrió con La maestra.
Las encuestas
publicadas por algunos medios locales lo ubican debajo de Agüera; eso no es
grave porque la coalición Puebla Unida que aglomera al PAN, al PRD y a los
demás partidos satélites se sitúa de forma extraordinaria en la aceptación de
la gente; digamos que una cosa compensa a la otra; lo delicado del asunto son
los factores externos que vulneran su atracción de sufragios. Ese es su punto
vulnerable: Elba Esther y Moreno Valle. La derrota está latente y lo sabe, debe
soñarlo.
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