domingo, 2 de junio de 2013

Dejan sin sueldo a las promotoras del voto de Tony Gali

La “Red de Mujeres con Tony Gali” está abusando de cientos de mujeres de la capital poblana que tienen necesidad de un empleo; a pesar de que esta agrupación panista les prometió el pago de 120 pesos por cada reunión que organicen y reúnan 10 folios de credencial de elector –como mínimo–, esta red decidió no pagar.
La responsable de esta “red” es la priista recién sumada a Puebla Unida Socorro Figueroa Andrade, y el que lleva las finanzas de la agrupación es su esposo, Yuri Iván Contreras Viveros. Ambos están negando el pago a las promotoras del voto, según señaló una de ellas, Alicia Palacios Corte, quien esta semana renunció a seguir colaborando con Acción Nacional, a pesar de haber reunido a decenas de mujeres en las colonias Maravillas, Azcárate, Analco, Rivera Anaya y otras donde el panismo tiene dificultades para convencer a la población de su plataforma política.
En entrevista con La Jornada de Oriente explicó que el modo de operación de la “Red de Mujeres con Tony Gali” opera con un método multinivel, similar al que utilizan las empresas fraudulentas piramidales: las promotoras son las encargadas de ubicar y contactar a mujeres líderes en colonias, escuelas, iglesias, salones de baile, gimnasios y otros lugares.

Si aceptan participar durante este proceso electoral, estas líderes se convierten en “anfitrionas” de una reunión a la que deben convocar a mínimo 10 mujeres más; ya en el encuentro, la promotora tiene la misión de informarles a las asistentes quién es Antonio Gali Fayad, para lo cual les es entregado un cómic del candidato, donde es presentado como un superhéroe que resolverá todos los problemas de la capital.
Para finalizar, a las asistentes se les rifan algún electrodoméstico, sombrillas, bolsas y mandiles con la imagen del candidato y logotipos de Puebla Unida, no sin antes pedirles a cada una que entreguen el número de folio de su credencial de elector.
A la anfitriona se le entrega aparte un electrodoméstico, ya sea una plancha, una licuadora o un tostador. En tanto, a la promotora se le hace entrega 120 pesos por cada hoja de pase de lista que tenga al menos 10 folios; menos de esa cantidad no procede a dicho pago.

Baratijas chinas
Así funcionó recién que comenzó la campaña electoral, relató Palacios Corte, pero con el paso de los días las cosas comenzaron a cambiar, ya que los electrodomésticos se acabaron y fueron sustituidos por aretes de plástico y barnices para uñas chinos, “de esos que cuestan 3 pesos”.
Además, agregó, los electrodomésticos fueron sustituidos por “topers” chinos y los paraguas y demás productos publicitarios comenzaron a escasear; a las reuniones sólo llegaban dos o tres paraguas, que tenían que ser rifados entre las asistentes, quienes comenzaron a mostrar su enojo y decepción por perder su tiempo para participar en la rifa de un paraguas de Puebla Unida, “también chino”.
La ahora ex promotora no fue la única que protestó por esta situación, el martes de la semana pasada también llegó un grupo de mujeres de La Resurrección, que indignadas fueron a reclamar las baratijas a la sede de la “Red de Mujeres con Antonio Gali”.
Exigieron que no se les discriminara por ser mujeres campesinas e indígenas. No les hicieron caso, y también abandonaron la promoción del candidato panista.

Los promotores, agregó, “nos llevamos todas las mentadas de madre y reclamos de lo que no han hecho los políticos. Nos tocó convencerlos de las bondades del candidato y sus promesas de créditos a la palabra y de incubadora de empresas que serán para los niños bien de las universidades. Todo por 120 pesos”, sentenció.
“Necesitamos a las jodidas”
Palacios Corte recordó que durante la “capacitación” a los promotores del voto a favor de Gali Fayad se les subrayó la importancia de captar la simpatía de las mujeres, particularmente “las que están más jodidas”, pues operadores del PAN les aseguraron que “son las que más votan” y “son las que llevan al Partido Acción Nacional al poder”.

“Están lucrando con la pobreza, con la necesidad que tiene la gente de un trabajo”, afirmó la entrevistada, quien se encuentra sin trabajo y es jefe de familia, y como ella decenas de mujeres que ven en la promoción de Gali Fayad una oportunidad de obtener ingresos, no una simpatía.

“Esto no es un trabajo”, le espetó “el contador” Yuri Iván Contreras Viveros el día que Palacios Corte reclamó su pago, unos 800 pesos por una semana laborada, y que este hombre se los negó porque las condiciones también cambiaron: le exigió al menos 15 folios de credencial de elector y que ninguno de ellos estuviera repetido.

“Los checan en una computadora, en una base de datos, y verifican que sea real y que no se duplique. Si ese folio aparece en la hoja de registro de otra reunión no se paga. Lo interesante es saber cómo le hacen para comprobar los folios. ¿Tienen un padrón electoral?”, cuestionó.


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