lunes, 17 de junio de 2013

SNTE No apoya del todo a Tony Gali


El encuentro que Antonio Gali Fayad tuvo con cientos de profesores –el sábado por la mañana–, aunque fue publicitado como uno de los actos masivos más importantes que ha tenido el candidato a edil de Puebla, en realidad acabó mostrando dos aspectos relevantes: el primero, que la cúpula nacional del SNTE no está apoyando del todo a la coalición Puebla Unida, pues desde la Ciudad de México se prohibió que estuvieran presentes miembros del CEN del sindicato y del Partido Nueva Alianza (Panal), entre ellos Luis Castro, y que se gastara dinero de más en la movilización de los docentes que acudieron al desayuno con el aspirante.

El segundo aspecto es que la respuesta que hubo a la convocatoria para el desayuno –realizado en el salón Country de San Manuel– mostró con claridad que los maestros no están conformes con el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, pues de los 10 mil asistentes que acudieron a la reunión con Gali, fuentes del SNTE indican que solamente unos 3 mil eran trabajadores de la educación. El resto fueron acarreados y militantes del Partido Acción Nacional que nada tienen que ver con la docencia.

Tal situación plantea que la cúpula nacional del SNTE en esta ocasión no está apoyando del todo al proyecto electoral del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas; a diferencia de 2010, año en que la dirigencia de ese sindicato, encabezada por la entonces dirigente Elba Esther Gordillo Morales, utilizó todos los recursos a su alcance para buscar derrotar al Partido Revolucionario Institucional en el estado de Puebla.

Se sabe que la incorporación del Panal a la coalición Compromiso por Puebla fue negociada entre el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y la senadora Mónica Tzasnas Arriola Gordillo, quien es hija de Elba Esther Gordillo y ha dirigido la operación electoral del Panal en algunos estados. Sin embargo, esa unión de fuerzas políticas no ha sido del todo avalada por la cúpula del SNTE –que es la que ordena en el Partido Nueva Alianza–, que por ahora busca mantener una mayor cercanía con el Partido Revolucionario Institucional.

Por esa razón trascendió que hasta el martes o miércoles de la semana pasada estaba confirmada la asistencia de Luis Castro, el dirigente nacional del Panal, al desayuno de miles de maestros de las secciones 51 y 23 del SNTE con Antonio Gali Fayad, pero entre el jueves y el viernes fue reconvenido para que en lugar de visitar la ciudad de Puebla acudiera a un Consejo Político del PRI, en un estado en donde el Panal va en alianza con el tricolor.

Se sabe que en un principio entre los dirigentes de la coalición Puebla Unida no provocó molestias la cancelación de última hora de Luis Castro. Lo que sí prendió los “focos rojos” es que el jueves por la noche recibieron el reporte de las dos secciones locales del SNTE de que solamente tenían confirmada la asistencia de unos 3 mil maestros al desayuno del sábado, el cual estaba programado para lanzar el mensaje de que el magisterio apoyaría a los candidatos del PAN de la misma manera en que lo hizo en el año 2010.

Fuentes bien informadas cuentan que el viernes pasado se vivió una auténtica “histeria” en torno al desayuno del día siguiente, pues el objetivo era llenar el salón Country con 10 mil docentes, o por lo menos que fueran 5 mil maestros y otras 5 mil personas que llevaran los trabajadores de la educación.

Cuentan que desde el más alto nivel de gobierno hubo varias llamadas a los dirigentes del SNTE, en particular a los de la sección 51, a quienes primero les pidieron de manera comedida que buscarán llevar a cientos de maestros por cualquier vía. Se dice que cuando los dirigentes respondieron que ya habían agotado sus esfuerzos, entonces empezaron las amenazas.

En particular a los dirigentes del SNTE 51 les habrían advertido que un desaire a la coalición Puebla Unida podía significar la cancelación de procesos de basificación, así como de asensos y diversos trámites, que están pactados desde hace un par de meses.

La respuesta de los dirigentes siempre fue la misma: a los maestros se les invita o se les conmina con algunos ofrecimientos específicos para acudir a reuniones políticas; lo que no se puede hacer es obligarlos ni mucho menos sancionarlos. Por lo tanto, al viernes al mediodía la cifra no se había movido; solamente acudirían al encuentro con Gali entre 2 mil 500 y 3 mil profesores.

Ante la programación de que el acto reuniría a 10 mil trabajadores del SNTE, el viernes al mediodía, se echó mano de la estructura de los siete candidatos a diputados de la capital de la coalición Puebla Unida para que llevaran a la mayor cantidad de panistas o simpatizantes, a quienes se les pediría que nunca desmentirían que no eran miembros del magisterio poblano.

Incluso en el acto hubo hasta miembros de la UAP que son controlados por César Bermúdez, un operador cercano a Guillermo Nares, actual director de la Facultad de Derecho y fallido candidato a síndico en la planilla de Gali.

Al final la gente de Gali sostuvo que llegaron 10 mil trabajadores de la educación. Los cálculos más conservadores indican que en realidad solamente reunió entre 7 y 8 mil personas, muchas de ellas ajenas al magisterio. La cifra más realista es la que ofrecen miembros del SNTE quienes aseguran que únicamente llegaron unos 3 mil docentes, y éstos a su vez llevaron a unos mil parientes o amigos.

Pareciera que el acto de Gali fue salvado por la improvisación y la capacidad de llenar un espacio grande de última hora. Aunque en términos reales fue un fracaso, al no haber impactado al magisterio poblano, el cual era el objetivo primordial.

Ahora la pregunta que queda por contestar es: ¿ese desaire de la cúpula del SNTE a Puebla Unida se mantendrá de aquí al 7 de julio? Si la respuesta es positiva, Gali necesita empezar a decir: “¡Houston, tenemos problemas!”

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