lunes, 18 de febrero de 2013

Enrique Agüera convenció al PRI de ser un buen candidato


Cuando los priistas de alto nivel son consultados sobre las posibilidades reales de Enrique Agüera Ibáñez —en el contexto de la puja por la candidatura a la Presidencia Municipal de Puebla—, destacan el trabajo del rector de la BUAP, la impresionante obra pública realizada y la excelencia académica lograda en estos años.
Y dicen más: “Ha demostrado ser un hombre confiable, un político consumado y alguien que cumple acuerdos”.
Los elogios tropiezan con un “pero”: “Su problema es la cercanía que mantiene con el gobernador Moreno Valle”.
Qué paradoja: lo que fue su principal virtud en los primeros dos años de la actual administración estatal se volvió —a los ojos del priismo— un inconveniente de peso.
Lo que pocos saben, fuera del círculo peñanietista que tomará la decisión en esta historia, es que el rector Agüera ya marcó su distancia con el morenovallismo —sin romper los lazos institucionales— y su eventual candidatura es vista no con buenos ojos en Casa Puebla.
No sólo eso: Agüera ocupa un primerísimo lugar en el mapa de riesgos del gobierno estatal.
Lo ven, pues, como una pieza peligrosa que podría frustrar el proyecto político del gobernador.
Eso lo saben ahora en la Ciudad de México los operadores del presidente Peña Nieto y, por eso, las señales de los últimos días se han vuelto tan singulares.
En efecto: vemos a un rector hiperactivo que está en todas partes y que sigue recibiendo adhesiones todos los días.
Por sí fuera poco: el rector se deja ver con los priistas, en particular con el delegado especial del CEN del PRI en Puebla, Fernando Moreno Peña, con quién comparte algunas semejanzas: el delegado fue rector de la Universidad Autónoma de Colima durante ocho años, mismos que lleva nuestro personaje al frente de la BUAP.
Otra paradoja: pese a ser entre los priistas el mejor colocado en los temas de conocimiento e intención de voto, el rector Agüera sigue respondiendo que no está buscando la candidatura a la Presidencia Muicipal.
“Lo mío —es su respuesta cotidiana— es la academia y la universidad”.
No obstante, las piezas se están moviendo de tal forma que hoy por hoy el nombre de Agüera está, junto con el del empresario José Chedraui Budib, en el principal despacho del Palacio Nacional.
Por cierto: Pepe y él tienen un acuerdo vital para que la candidatura de unidad surja impecable: el que no quede apoyará al que sí quede.

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