martes, 5 de marzo de 2013


Agüera se perfila para ser candidato del PRI

No se hagan bolas: va a ser Enrique Agüera, suelen repetir las voces de varios grupos de
poder del priismo poblano. Y con las declaraciones de Ivón Ortega en Puebla sobre la
preferencia que tendrán aquellos candidatos que figuran en los primeros lugares de los
estudios de opinión, efectivamente, todo parece reforzar que el rector de la BUAP será el
candidato a la presidencia municipal, además de que Agüera ya tiene rato operando con su
equipo en su propósito de precampaña.

Doger va más allá de las declaraciones provocadoras y está haciendo su chamba en el CEN, y
ni se diga de Pepe Chedraui, el empresario que resultó ser una verdadera sorpresa, ya que de
ser un desconocido entre la población, su nivel de conocimiento es el que va creciendo más
rápido respecto al resto de sus competidores (obvio, a Doger y Agüera todo mundo ya los
conocía, su problema es que no han trabajado en sus negativos), su discurso fresco y casi
antipolítico despierta simpatías y su cola es muy, muy corta, a diferencia de sus contrincantes.
Su perfil ciudadano y su relación real con el presidente de la República Enrique Peña Nieto lo
coloca en una posición amenazadora para el resto. Incluso se comenta que de no alcanzar la
posición de candidato a alcalde, seguro competirá por una diputación en la ciudad. Pepe
Chedraui parece haberse ganado un lugar importante en su partido.

Volviendo al caso de Agüera, lo respaldan varios aciertos:

1. Se movió rápido: La percepción de que es el candidato permeó rápidamente, aunque aún no
existe la orden del CEN.

2. Agüera se está moviendo diferente a comparación de las anteriores elecciones en donde su
nombre salió a colación para la presidencia municipal, la gubernatura y la última fue al senado.

La dinámica en estos tres casos fue la percepción, alimentada por columnas y medios de
comunicación. Sin embargo, en el momento último Agüera se retractó debido a que el PRI
estatal y nacional no le dieron todas las garantías que el rector solicitaba: no había seguridad
absoluta. En todos los casos  se le pedía que arriesgara y compitiera con el resto. La diferencia
ahora es que el rector se está moviendo en donde debió hacerlo desde el principio, si es que
quería iniciar su carrera política formal: en el CEN. Ahora Agüera se sienta con César
Camacho Quiroz, Ivonne Ortega, Manlio Fabo Beltrones y el grupo de poder del PRI nacional.

3. Agüera cuenta con la mejor estructura de promoción y blindaje para su precampaña: la
universidad pública.
Pero el rector tiene puntos ciegos, y no son pocos, que lo ponen en riesgo aunque resulte ser 
el candidato del PRI.

       1.  Agüera no tiene problema en sus mecanismos de difusión. Como rector goza de los
beneficios de los reflectores. Todo el mundo conoce a Agüera, incluso en el interior del estado.
El problema es que el rector no toma en cuenta que el blindaje a prueba de balas que le otorga
la BUAP está a punto de desaparecer. Si es que se convierte en el candidato oficial del PRI,
deberá estar preparado porque será atacado por todos sus puntos flacos, que incluyen sus
propiedades y hasta asuntos de familia. Toda su vida pública pero sobre todo la privada será
escudriñada con lupa. No descarte algunas verdades distorsionadas o hasta mentiras, propias
de la campaña negra en cualquier proceso electoral. La pregunta es ¿Agüera tiene el
estómago para soportarlo?, ¿tiene preparado un discurso que convenza? Estas preguntas son
válidas porque en recientes entrevistas en la radio (como la que le hizo Fernando Canales la
semana pasada), Agüera no puede evitar descomponerse y mostrarse molesto cuando se le
cuestiona cualquier punto incómodo.

       2.  Esto nos lleva a un resultado palpable: el rector no ha trabajado con sus negativos. Es
decir, tiene una estrategia de promoción mediática y de conocimiento, pero no está tomando en
cuenta que ese punto es el menos importante (repetimos, el rector ya está posicionado), si no
que cree que ignorando los temas ácidos lo protegerán de una crítica despiadada. Crasso
error. La guerra todavía no empieza. Y las campañas negras que se avecinan serán
despiadadas.

       3.  Fuera de la rectoría, su realidad cambiará dramáticamente y ahora sí se enfrentará al
cuestionamiento de los medios, sobre todo aquellos que tienen una clara preferencia panista.


       4.  En este momento en el que el PRI nacional le declaró prácticamente la guerra al PAN,
la cercanía de Agüera con el morenovallismo no ayuda a su causa personal.

       5.  Flaco favor le hacen al rector personajes vinculados claramente con el exgobernador
Mario Marín al salir públicamente a apoyar su candidatura, tales como Javier López Zavala o
de Edgar Salomón Escorza, por poner unos ejemplos. En vez de ayudar al rector, deterioran su
imagen al relacionarlo con el viejo y corrupto PRI por el que la ciudadanía no votó la pasada
elección.


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