Club Rotario reconoce liderazgo de Agüera al frente de la BUAP

06 de marzo de 2013

El humanismo debe ser la filosofía que enriquezca cualquier buen gobierno, ya que no puede haber buen gobierno si éste no se traduce en un compromiso con los seres humanos, aseveró el Rector Enrique Agüera Ibáñez, al recibir un Reconocimiento de parte del Club Rotario Puebla de La Noria.

Asimismo, consideró que el principio de las políticas públicas debe ser el respeto y la inclusión: “No podemos construir una sociedad si no incluimos a todos; parte del problema de la inseguridad pública es debido a que el desarrollo y los niveles de bienestar no han alcanzado a todos”.

En ese sentido, puntualizó que desde la función pública todo recurso debe beneficiar a las personas, pues de lo contrario se convierte en un gasto mal aplicado.

El Rector de la BUAP dictó una ponencia ante integrantes del Club Rotario Puebla La Noria, quienes, a través de la presidente Adriana Medina Mcquade, le otorgaron un reconocimiento por su liderazgo al frente de la Máxima Casa de Estudios en el estado, y por hacer de ésta una de las mejores instituciones de educación superior del país, hoy orgullo de Puebla y los poblanos.

“La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla no es sólo grandes obras; hoy, sobre todo, hay solidez y consolidación de las actividades científicas y académicas, que le han valido premios y reconocimientos. Es líder en recursos etiquetados concursables, pero también en excelencia académica, transparencia y estabilidad financiera. Todo ello lo hemos logrado a través de una política de respeto e inclusión, que se ha traducido en un clima laboral estable”, afirmó.

Agüera Ibáñez, Doctor en Administración Pública, señaló que hoy se asumen las políticas públicas sin considerar lo que la gente demanda y necesita: “lamentablemente muchas políticas son distantes a la vocación social y a las expectativas de las personas, que deben guiar a un buen gobierno”, dijo.

Agregó que se ha perdido la dimensión de lo que es importante: “las personas, escuchar sus necesidades y demandas, pues es a las que nos debemos”.

Con esta política, señaló, “iniciamos la construcción de la BUAP. Primero un diagnóstico, para acompañarlo con las herramientas técnicas necesarias para resolver rezagos y demandas, todo con mucha sensibilidad”. El siguiente paso fueron diez acciones que orientaron el rumbo de la Institución, llevadas al pleno del Consejo Universitario –máximo órgano de gobierno de la BUAP- para su aprobación.

Una de estas acciones, precisó, fue un profundo compromiso con la calidad en todos los ámbitos del quehacer institucional, para romper el estigma de universidad pública que prevaleció por años como signo de “malo y feo”. “Todo lo hicimos con gran vocación y sensibilidad. Hoy los logros están a la vista: somos la única entre las macrouniversidades del país en obtener por cuatro años consecutivos el Reconocimiento a la Calidad por parte de la SEP federal, por el cien por ciento de la matrícula que cursa programas de calidad”.

Así, tras ocho años de gestión rectoral, aseguró que “la plataforma de la Institución es tan sólida que las nuevas administraciones van a partir de los logros y de éstos hacia delante”.